La importancia de educar en la CULTURA DEL ESFUERZO
¡Buenas lectores y lectoras! Espero que hayáis tenido una buena semana, seguro que han sido muchas horas de esfuerzo y de horas en casa dedicadas a la evaluación del alumnado, pero las vacaciones están muy cerca porque ya solo nos queda la última semana. Hoy os traigo una entrada que para mí siempre ha sido muy importante porque mi familia siempre me ha inculcado el valor del esfuerzo en todo lo que he hecho y lo que sigo haciendo desde que era niño.
Aún recuerdo las palabras que me decía mi padre cuando era niño y antes se lo decía a él mi abuelo paterno: “antes está la obligación que la devoción”. Ahora vivimos en la otra cara de la moneda, una sociedad con poca cultura del esfuerzo, donde el esfuerzo no existe y se ha establecido la falsa creencia que nuestros objetivos se pueden conseguir sin esfuerzo.
Nos hemos acostumbrado a que un solo clic nos acerca a casi todo lo que esperamos. Todo parece que sea posible, asequible e inmediato. Así todo se compra o se consigue con facilidad. La recompensa rápida y fácil está muy vigente y solicitada.
La ley del mínimo esfuerzo ha creado un ambiente que ha ido quitando importancia a valores básicos como el esfuerzo, la responsabilidad o el sentido del deber. Hoy en día se puede aprender un idioma con dedicarle solo 10 minutos al día, estar en perfecta forma física o conseguir mucha popularidad con muy poco trabajo o sacrificio, pero sin esfuerzo.
En muchas ocasiones las familias sufren cuando sus hijos/as no se esfuerzan y no consiguen lo que se proponen. Le resuelven los problemas de inmediato y los sobreprotegen para que no se frustren o se equivoquen. Impiden el sufrimiento momentáneo y compensan rápidamente las necesidades o caprichos para que no se enfaden o se pongan tristes.
¿Qué significa la cultura del esfuerzo?
La cultura del esfuerzo es el único camino para desarrollar el talento y la creatividad, para ser competente como persona y como sociedad. No hay nadie brillante que no tenga detrás de sí muchas horas de entrenamiento y de esfuerzo.
Por eso quiero compartir una frase de mi admirado Michael Jordan, uno de los grandes jugadores de la NBA, lo resumió del siguiente modo: “Todo el mundo tiene talento, pero la habilidad requiere trabajo duro”.
La cultura del esfuerzo nos educa en el valor de nuestra voluntad y perseverancia. Nos enseña a ser responsables, a ser constantes en nuestro trabajo. Además, nos ayuda a afrontar las adversidades con resiliencia, optimismo y realismo. En definitiva, a confiar en nuestro talento y su potencial, aunque no siempre salgan las cosas como queremos.
¿Cómo cultivar el esfuerzo en los colegios?
En los colegios debemos poner como norma que no dejen tareas o cosas por terminar para que aprendan a comprometerse. También aprender a valorar su trabajo y el de los demás porque la satisfacción de una tarea bien hecha y las razones para realizarla con calidad, serán determinantes a la hora de entender qué significa esforzarse.
El profesorado debe preocuparse para que cada alumnado desarrolle lo mejor de sí mismo, promoviendo para que dé su máximo posible. Se debe realizar un trabajo minucioso por conocer en detalle cada niño/a, con sus capacidades y dificultades. Poner el foco para impulsar sus destrezas y habilidades.
Los primeros años son el mejor momento para educar a nuestros hijos en el esfuerzo. Para que nuestros pequeños entiendan el significado de estas palabras debemos dar importancia al proceso a la hora de conseguir un objetivo. Así los resultados vendrán después porque una cosa llevará a la otra.
También es necesario que le hablemos que en cada objetivo que se planteen va a haber derrotas, fracasos y tropiezos. Es importante explicarles que no siempre van a conseguir aquello que se propongan. Que será esencial no rendirse delante de las adversidades que encontrarán en el camino porque serán estos infortunios los que les enseñen a ser perseverantes. De esta manera, aprenderán a buscar soluciones para poder superar cualquier obstáculo.
¿Cómo educar en la cultura del esfuerzo desde casa?
En el blog de Malas madres nos explican las claves para fomentar la cultura del esfuerzo:
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Démosles mil y un motivo para esforzarse, para no cansarse de aprender. Demostrémosles que cada paso le acercará a su objetivo, que cada intento suma, que cada dificultad fortalece, que cada logro engrandece el alma. Hagámosles creer que la voluntad es la fuerza del querer, el deseo que las cosas ocurran.
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Consigamos que se hagan amantes de los retos y de las ganas de dar lo mejor de ellos en cada momento, a creer en el camino. Enseñémosles a comprometerse con sus sueños especialmente cuando las cosas se compliquen, a gestionar la frustración que los errores provocan, convirtámonos en el mejor ejemplo.
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Démosles la mano para que sean capaces de enfrentarse a sus miedos, motivémosles a probar con valentía sin temor a fallar, despertemos el interés por sentirse orgullosos de cada pequeño triunfo, por la búsqueda de la satisfacción personal.
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Consigamos que entiendan que la perseverancia es la virtud por la cual todas las otras virtudes dan su fruto, donde la práctica diaria se convierte en el mejor maestro.
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Logremos que apuesten a fuego por lo que deseen, hagamos que la constancia, la paciencia, la tolerancia a la frustración y el compromiso sean pilares en sus vidas. Seamos capaces de que se sientan orgullosos de su esfuerzo, que se miren al espejo con dulzura, que se traten con respeto.
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Ayudémosles a planificar la ruta, a definir objetivos, a trabajar sin bajar los brazos. Contagiémosles de energía, de voluntad, de optimismo, borremos la queja absurda de sus labios.
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Hablémosles del éxito bien entendido, ese que se logra comprometiéndose, siendo valiente y apasionado. Del triunfo como la capacidad de disfrutar de lo cotidiano, de ser agradecido por todo lo bueno que pasa sin tener que demostrar nada a nadie.
Conclusión
El esfuerzo y la fuerza de voluntad deberían convertirse en unos de los pilares para educar en emociones. La cultura del esfuerzo nos educa en el valor de nuestra voluntad y la perseverancia. Fortalece nuestra constancia, nos enseña a ser resilientes ante las adversidades y a asumir responsabilidades. ¿No es lo que queremos todos para nuestros hijos/as y alumnado?
Por último, quiero compartir esta reflexión de M Gandhi con todos los lectores y lectoras: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.
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-3 Comentarios-
¡Hola, impresionante,Juanmi! Gracias por hacer visible un tema que,por desgracia no casa con los valores de la sociedad actual, más bien al contrario, éxito sin dar un palo y más pronto que tarde,ese es el lema actual.
Sin embargo y como bien dices,esfuerzo,constancia,dureza,sacrificio,tesón,resiliencia y responsabilidad son conceptos que envuelven valores esenciales no solo para el estudio, que no deja de ser una faceta o fase en nuestras vidas, sino para éstas mismas a lo largo de su desarrollo.¡Espectacular,Juanmi!¡Enhorabuenaaa!
¡Qué gran post Juan! ¡Cuánto debemos transmitir a nuestros niños! ¡Cuánto que esta sociedad por desgracia no nos deja transmitir: conseguir todo ya, rápido y sin esfuerzo! Gracias por ser luz en el camino, pongamos el foco en el esfuerzo y no en el resultado, seamos ejemplo.
¡Guau! Totalmente de acuerdo contigo hermanito! Nuestra querida familia siempre nos ha inculcado muchos valores y uno de ellos ha sido el esfuerzo. Papá siempre ha dicho que él como maestro valoraba el esfuerzo en sus alumn@s y ese aprendizaje lo llevamos tú y yo cada día a nuestra práctica docente, al igual que muchos docentes y familias, que saben que sin esfuerzo no se consiguen los sueños🌟