Educar en valores en el fútbol base: ¿cómo llevarlo a la práctica?

¡Hola lectores y lectoras! Espero que hayáis pasado una buena semana, ahora nos espera un fin de semana para descansar y recargas las pilas. Mucho ánimo a todos para la próxima semana porque ya mismo estamos de vacaciones. En este post quiero dar importancia a cómo educar en valores en el fútbol base y dedicarle esta entrada  a todos los entrenadores y entrenadoras del fútbol base que educan en valores y dedican su tiempo libre en formar personas y futuros profesionales del fútbol. ¡Espero que disfrutéis de esta entrada!

Situación de partida

Hace unos días tuve una pésima experiencia en un partido de fútbol base. Desde el comienzo del partido hubo numerosos momentos antideportivos como: insultos, menosprecios, discusiones y provocaciones tanto de los entrenadores del equipo contrario como del público.

Era la primera vez que yo vivía esta desagradable experiencia con niños entre 6 y 8 años de edad. Si somos modelos y ejemplos para los niños y tenemos estos comportamientos antideportivos, ¿qué van aprender estos niños cuando sean adultos? ¿Cómo se van a comportar cuando tengan unos cuantos años más?

¿Cuál es el fin de la educación deportiva?

El fútbol base o cualquier deporte debe ser utilizado como un medio seguro, sano y socializador, dónde los futbolistas u otros deportistas aprendan a convivir en grupo, respetar normas y llevar una disciplina en materia de: horarios, asistencia a los entrenamientos, comportamiento, reglas de juegos, …, así como comunicarse de forma eficaz y asertiva con sus iguales y comprender que el interés colectivo está por encima del individual.

Algo tan naturalmente presente en las primeras edades formativa. Por lo tanto, los valores y la educación deportiva junto con el desarrollo de las cualidades volitivas, deben estar por encima de cualquier otra prioridad en el fútbol y en cualquier deporte.

¿Qué objetivos debe tener cualquier deporte en edad escolar?

Según Alfredo Sáenz Ibáñez, doctor en psicopedagogía por la Universidad de Zaragoza los objetivos son los siguientes:

• Reducir los contravalores y las conductas antideportivas.

• Promocionar los valores y comportamientos de deportividad en los jóvenes deportistas y en los agentes que les rodean.

¿Qué valores debe promover el fútbol base?

Si partimos de la base que el fútbol es la herramienta para educar en valores o como dice mi amigo Antonio: “el fútbol es respeto”. Los entrenadores, como los maestros, nos convertimos en referentes para niños y adolescentes. Por lo tanto, todo lo que hagamos o digamos lo tomarán como ejemplo, para bien y para mal. No debemos desaprovechar el potencial que tenemos para convertirlos en mejores personas. Ése también es nuestro deber: educar en valores.

Los valores son los siguientes:

• Hacer crecer a los niños como personas y futuros profesionales del fútbol.

• Compañerismo, cooperación, solidaridad y trabajo en equipo.

• Juego limpio.

• Hábitos básicos de orden, limpieza, aseo y cuidado de cuerpo humano.

• Gestionar la frustración tras haber perdido un partido de fútbol o la liga.

• Asumir responsabilidades.

• Respeto, esfuerzo, humildad, empatía, competitividad sana, disciplina y sacrificio.

• Saber ganar y saber perder respetando al rival.

• Aprender de los errores.

• Ser agradecidos y la amistad.

• Disfrutar de la vida.

• La verdad por delante.

• Autocontrol y la capacidad de relacionarse con los demás.

¿Qué contravalores nos podemos encontrar en el fútbol base?

• La inseguridad.

• El odio y la desigualdad.

• Falta de autoestima.

• La intolerancia.

• La impulsividad.

• Cualquier tipo de violencia.

• Las mentiras y las trampas.

• La envidia y el egoísmo.

Es positivo para los adultos conocer los valores para fomentarlos aún más y los contravalores para erradicarlos porque en cualquier actividad humana o deporte aparecen las dos caras de la moneda: los valores y los contravalores.

¿Qué situaciones favorecen la educación en valores en un partido?

Las situaciones que favorecen la educación en valores en un partido son las siguientes:

• El recibimiento que realiza los entrenadores/as locales al entrenador@ visitante y a los árbitros.
• El apretón de manos al final del partido entre los entrenadores/as y los jugadores de ambos equipos y los árbitros.
• Pedir disculpas cuando los jugadores/as realizan faltas bruscas al equipo contrario.
• Devolver el balón al equipo contrario en los saques de banda por parte de los entrenadores/as del equipo rival.
• La ayuda si es necesaria si hay una lesión de un jugador por parte del equipo contrario.
• La devolución del balón por parte del público local y de los recogepelotas si el balón sale del terreno de juego.

Conclusión

Considero que los padres y madres y los entrenadores son los primeros que deben educar en valores a los niños y a las niñas y por mucho que pase en los campos de fútbol, los padres y madres y los entrenadores/as tienen que ser ejemplo de los niños y las niñas promoviendo el respeto por el rival, el compañerismo, etc.

Por eso es necesario no sólo erradicar cualquier tipo de violencia en el futbol profesional sino también en el fútbol base porque es estas edades cuando las familias, los entrenadores y las entrenadoras, las Juntas Directivas de los diferentes equipos y los árbitros/as debemos intervenir porque en unos años estos niños y niñas serán los jugadores y las jugadoras senior del mañana. Por eso pido públicamente a la Federación Española de Fútbol y a las Federaciones Territoriales que implanten un programa para prevenir y erradicar cualquier tipo de violencia en el fútbol base.

Afortunadamente todo no es negativo porque el Ayuntamiento de Málaga desde 2019 ha puesto en marcha una campaña multidisciplinar (“Plataforma 0 90–0 Violencia en 90 minutos”) destinada a prevenir y erradicar cualquier tipo de violencia en los campos de juego de fútbol, para poder alcanzar el objetivo de que Málaga sea en unos años un modelo de defensa del juego limpio en distintas categorías del fútbol base: prebenjamín, benjamín, alevín, infantil y cadete.

¡Aquí os dejo la noticia!

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