La comunicación no violenta para favorecer la relación entre familias e hijos
¡Hola lectores y lectoras! ¿Cómo estáis? ¡Espero que hayáis tenido una buena semana! Hoy os traigo una nueva colaboración en el blog que trata sobre la comunicación no violenta.
Breve biografía de Elena Diéguez
Elena Diéguez Basalo, terapeuta apasionada, de vocación y corazón. Ella es terapeuta Gestalt y formadora en educación consciente y en comunicación no violenta. También es ponente en charlas, seminarios y talleres para docentes y familias.
En sus charlas, seminarios y talleres para docentes y familias usa estas frases con el propósito de dar a entender el objetivo de la comunicación no violenta: “La comunicación no violenta nos enseña a decir lo que necesitamos sin hacer daño y a escuchar sin reaccionar. ¿Para qué? Para construir relaciones en las que se fomente la búsqueda de entendimiento mutuo y bienestar común.
En este post de “la comunicación no violenta para favorecer la relación entre familia e hijos”, Elena hace un recorrido por el concepto de comunicación no violenta, su experiencia personal con la comunicación no violenta, claves para usar la comunicación no violenta en casa y un ejemplo práctico del mismo.
¡Espero y deseo que lo disfrutéis tanto como yo!
¡Os dejo con sus palabras!
¿Qué es la comunicación no violenta?
La comunicación no violenta es una herramienta muy poderosa para construir relaciones basadas en el entendimiento mutuo a través del diálogo y la búsqueda del bienestar común, donde podamos expresarnos honestamente sin hacernos daño y escucharnos sin reaccionar cada vez que algo no nos gusta.
Los padres que aprenden a usarla con sus hijos, además, les ayudan a aprender a comunicarse de este modo en cualquier ámbito de su vida.
Virginia Satir, psicoterapeuta estadounidense especializada en terapia familiar, decía lo siguiente:
“La comunicación es a las relaciones, lo que el aire es a la vida”
Mi experiencia personal con la comunicación no violenta
¡Imaginaos la importancia que tiene aprender a comunicarnos de forma eficaz y constructiva con nuestros hijos y cómo influye en el tipo de vínculo que creamos con ellos y el legado que les dejamos para el resto de sus vidas!
Yo soy madre de una adolescente de 14 años y te confieso que abrirme a este aprendizaje, ha sido uno de mis mayores desafíos y al mismo tiempo, uno de los mejores regalos que me he hecho a mí misma y a la relación que me une a ella.
Claves para usar la comunicación no violenta en casa
Por eso hoy, quiero compartir contigo alguna clave para usar la comunicación no violenta en el día a día con nuestros hijos:
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Observa sin juzgar: antes de hablar con tus hijos, observa la situación de forma objetiva sin juzgar nada.
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Expresa tus sentimientos: comparte cómo te sientes sin culpar a tus hijos.
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Identifica tus necesidades: nuestros sentimientos son mensajeros de nuestras necesidades
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Escucha activamente: escucha a tus hijos de forma activa, sin interrumpirlos y sin juzgarles.
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Identifica sus necesidades: intenta descubrir cuáles son las necesidades de tus hijos, que muchas veces no se parecerán en nada a las tuyas pero que son igual de válidas e importantes.
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Buscad soluciones juntos: invítales a buscar soluciones que cuiden tus necesidades y las suyas, para fomentar una relación colaborativa, haciéndoos peticiones claras y concretas.
¡Vamos a verlo con un ejemplo!
Tu hijo llega media hora tarde a casa después de una salida con amigos. En lugar de reaccionar desde el enfado y juzgarle por ello, puedes usar la comunicación no violenta de la siguiente manera:
Observa sin juzgar: en lugar de” eres un irresponsable, no puedo confiar en ti, mañana no sales…” observa con objetividad lo sucedido: “Has llegado 30 minutos más tarde de la hora acordada”
Expresa tus sentimientos: «siento miedo cuando llegas tarde sin avisar porque me preocupa tu seguridad».
Identifica tus necesidades: «tengo la necesidad de protegerte y mantenerte a salvo en la vida”
Escucha activamente a tu hijo sin interrumpirlo y sin juzgarle. Quizás se sentía distraído con sus amigos y al darse cuenta de la hora, también preocupado ante la posibilidad de una bronca contigo.
Trata de entender sus necesidades: quizás trataba de cuidar necesidades de diversión, de pertenencia con sus amigos y también de tranquilidad y confianza contigo.
Buscar soluciones juntos: que os beneficien a los dos, donde se fomente la colaboración a través de peticiones claras y concretas: “te pido que la próxima vez me escribas para saber que estás bien” o “creo que me quedaría más tranquilo la próxima vez si quedamos a una hora en un sitio y voy a buscarte”
Autora del texto: Elena Diéguez Basalo
¡Espero y deseo que os haya encantado este artículo sobre la comunicación no violenta! Yo he aprendido mucho. Si os apetece profundizar más en este tema tan interesante, aquí os dejo el enlace de su web y de su Instagram.
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