¿Nos merecemos los docentes los meses de vacaciones que tenemos?
¡Buenas, lectores y lectoras! Espero y deseo que hayáis pasado un buen fin de semana. Hoy os traigo un tema para debatir, para compartir y para defender por qué los docentes tenemos las vacaciones que tenemos después de un curso agotador. También deseo hacer mención especial a mis compañeros y compañeras que están trabajando 10 a 12 horas diarias siendo miembro de tribunales en todas las comunidades autónomas y a todos los docentes que opositan que llevan un año duro y con mucho esfuerzo.
En ningún momento quiero echar más leña al fuego ni crear más polémica de la que escuchamos en diferentes ambientes cuando se oye la famosa frase: “¡Qué bien viven los docentes ahora tienen dos meses de vacaciones!”. En este post quiero demostrar con argumentos y, sobre todo, con la normativa legal que no tenemos esos dos meses de vacaciones que la mayoría de la gente comenta y afirma.
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¿Cuál es la jornada laboral de los docentes?
Hoy en día, se ha extendido la idea de que los docentes tienen mucho tiempo libre a lo largo del año, pero no es real. A continuación, lo explico: “el problema está en la confusión entre horario lectivo, las horas de clase que imparten de forma directa; y horario laboral, que está regulado y que se sitúa en 37 horas y media, exactamente igual a la del resto de funcionarios civiles de la administración pública”, responde Julio Trashorras, vicepresidente autonómico del sindicato ANPE Galicia.
De la elaboración de programaciones a las evaluaciones, pasando por la coordinación entre equipos de nivel o departamentos, las reuniones de desarrollo de programas, Claustros, Consejos Escolares o la preparación diaria de las clases, guardias, tutorías, … Son solo algunas de las actividades necesarias para el “normal funcionamiento de cualquier centro”, que los docentes desarrollan en una jornada laboral “que va más allá de lo que se ve y trasciende: dar clase”.
¿Por qué los docentes no tenemos dos meses de vacaciones?
Según la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, en su artículo 50, expresa: “Los funcionarios públicos tendrán derecho a disfrutar, durante cada año natural, de unas vacaciones retribuidas de veintidós días hábiles”. Estos días, que, sumando fines de semana, son un mes corresponden a agosto.
La realidad es que tenemos que estar disponibles todo el mes de julio para asuntos relacionados con burocracia como actas, reclamaciones o recursos y personarse en un plazo máximo de 48 horas además si somos llamados como tribunal de oposiciones que es un deber inexcusable de todo funcionario.
En el caso de los equipos directivos, deben estar presentes en los centros educativos durante todo el mes con múltiples tareas a desempeñar. Además de todo ello, la Administración puede reclamar la presencia de profesorado en general para lo que estime oportuno como, por ejemplo, una formación obligatoria.
Los docentes se forman más allá del curso escolar
Hay otro aspecto fundamental en una profesión en la que la formación continua es clave y es que son muchos los cursos para el profesorado que se desarrollan fuera del programa lectivo, durante el mes de julio.
En el próximo curso escolar, según la Resolución del 29 de mayo, de la Delegación Territorial de Desarrollo educativo y Formación Profesional y de Universidad, Investigación e Innovación en Cádiz, por la que se aprueba el calendario y la jornada escolar en los centros docentes, a excepción de los universitarios, para el curso académico 2024/2025 en el art. 2.4.: “durante los períodos comprendidos entre el 1 de septiembre de 2024 y el comienzo del régimen ordinario de clases, y desde la finalización de las mismas (20 de junio) hasta el 30 de junio de 2025, los centros establecerán las actividades propias de organización, planificación, evaluación y realización de todos aquellos actos administrativos previstos en la normativa vigente”.
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¿Qué puedes contestar al que te diga: “qué suerte tienes, tienes dos meses de vacaciones”?
Si eres docente, te dejo un pequeño guion con todo lo que puedes contestar cuanto te digan que qué suerte tienes de tener 2 meses de vacaciones. «No, no tengo dos meses libres en verano porque:
- Los últimos días de junio no damos abasto a terminar informes, sesiones de evaluación, reuniones con las familias y establecer tareas para el verano.
- En junio dejamos las aulas recogidas y medianamente organizadas para el próximo curso.
- Si te toca ser tribunal de oposiciones tienes que hacerlo de manera presencial y suele extenderse hasta finales de julio además de adelantar todo lo que tienes que hacer en los últimos días de junio para cumplir con tus funciones.
- Si durante el mes de julio la administración te requiere para algo, tienes que estar disponible y personarte en un plazo máximo de 48 horas.
- En verano seguimos formándonos, en nuestra profesión tenemos que reciclarnos constantemente.
- Aunque no te lo creas, el 1 de septiembre ya estamos incorporados.
- Los primeros días de septiembre son fundamentales para establecer la organización del curso y ponerte al día de los recursos con los que cuentas.
Con este post quiero explicar estos aspectos para que se comprenda que los docentes tenemos realmente un mes de vacaciones en verano, es decir, el profesorado no está libre de trabajo y funciones en los últimos días de junio, el mes de julio y los primeros de septiembre hasta comiencen las clases con los niños.
Fuentes consultadas
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Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público.
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Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (art. 30.2).
-6 Comentarios-
Son muy buenos argumentos con los que todo el mundo debería entender nuestra jornada laboral y nuestras vacaciones, aunque me parece penoso que a los maestros nos juzguen por nuestras «vacaciones», pero nadie pone en duda la jornada laboral de los futbolistas, por ejemplo.
Y, sí, para las familias es difícil conciliar pero nosotros también tenemos familias y también necesitamos conciliación y bien de encaje de bolillos hacemos para «colocar» a nuestros hij@s mientras nos estamos ocupando de todas esas tareas que tenemos que hacer en los coles cuando ya no hay clases, de tener todo en orden y preparado para poder recibir a l@s alumn@s y ofrecer la mejor atención individualizada.
GRACIAS Juan Miguel por este post que explica la realidad para poder deconstruir muchas creencias que hay alrededor de este tema, así que, estoy totalmente agradecida de que puedas haber publicado un post sobre ello.
Gracias por exponerlo y explicarlo como lo has hecho. Es importante que se pueda saber todo el verdadero trabajo que existe del profesorado en los centros educativos y que, la realidad de su descanso no está realmente compensada como «se cree» así que, una vez más, te agradezco que lo hayas sacado a la luz para defenderlo.
Un abrazo lleno de valoración, admiración y agradecimiento!
Gracias Juan Miguel por explicar de forma detallada y clara que los docentes estamos a disposición de la administración para cualquier labor profesional. Yo he formado parte de un tribunal y es agotador el trabajazo que tenemos que realizar los compañeros/as que es impagable debido al número de horas dedicadas y el consiguiente desgaste sobre todo mental que conlleva todo. En verano aprovechamos a nivel particular para formarnos en algún campo en el que tengamos lagunas y los equipos directivos de los centros también pueden llamarnos para solventar burocracia la cual no la hayamos podido solucionar por algún motivo que otro. Por la tanto la sociedad debería tener un poco de empatía y valorar nuestro trabajo ya que no lo hace, pero claro la ignorancia es muy atrevida. Un abrazo para todos.
¡Gracias a ti Javier por tu comentario y por aportar tu testimonio como miembro de un tribunal en esta oposición que se acaba de celebrar! No sólo echan un montón de horas los opositores y las opositoras para adquirir el premio de conseguir una plaza sino también los miembros de los tribunales que son maestr@s en los colegios. En primer lugar tienen que cerrar el curso antes de tiempo porque son tutores y tutoras y en segundo lugar poner en práctica una de las funciones que tienen los docentes como funcionarios de carrera. ¡Un abrazo para ti también!
Gracias Juan Miguel por tu comentario, pero esto es la realidad. Me gustaría que alguna parte de la sociedad conociera lo qué es un centro educativo ya que la mayoría lo desconocen y es un trabajazo el que se desarrolla. Las familias que tienen hijos/as en centros que son Comunidad de Aprendizaje sí pueden valorar y opinar sobre lo que es un centro educativo porque viven por y para ello, el resto de familias o parte de la sociedad que nos critican deberían de informarse más y respetar esta profesión como yo hago con todas ya que son necesarias para tener un mundo mejor lleno de valores. No se debe opinar ante el desconocimiento de situaciones reales de la vida. Un saludo.
Una cosa de la que nadie habla ni contempla es la intensidad de la jornada laboral que tenemos los maestros. Salir a las 2 de la tarde muertos es lo normal, es una exigencia enorme de atención sostenida, creatividad, paciencia y mantenernos serenos.