[Jorge Reyes García] Soy docente y el estrés me supera: 5 claves para gestionarlo
¡Buenas lectores y lectoras! Hoy os traigo una nueva entrada para la sección de psicología educativa. Es un tema de actualidad porque hoy en día los docentes estamos saturado de estrés con múltiples tareas y muchos frentes abiertos en el día a día y siempre viene bien unas pautas u orientaciones de un profesional para que seamos capaces de llevarlo lo mejor posible.
Por eso hoy os presento al psicólogo sanitario Jorge Reyes García, un psicólogo con vocación y que ama su profesión, con una trayectoria de más de 15 años. Este profesional ha desarrollado su carrera en diferentes ámbitos, destacando su labor como psicólogo sanitario, pasando por la docencia o el desarrollo de programas específicos para diversos colectivos y organizaciones. ¡Os dejo con sus palabras!
La docencia como profesión está pasando por un momento delicado. Los profesores sienten que cada vez tienen más medios tecnológicos, mayores conocimientos teóricos y prácticos y mayores oportunidades de formación. Pero también sienten que unido a todo ello cada vez hay una mayor desprotección y exigencia. En el caso de nuestro país, la comparación con la consideración y remuneración del docente en otros países, no hace más que agravar el descontento. El estrés ha hecho acto de presencia en las aulas poniendo complicada esa labor docente que muchos sienten como una absoluta vocación.
Pero para comprender este incremento en los niveles de estrés en el profesorado comencemos analizando qué es el estrés.
¿Qué es el estrés?
Se trata de una respuesta que involucra a todo nuestro organismo (afecta lo que hacemos, lo que pensamos, nuestras reacciones fisiológicas, …). Además, aparece cuando pensamos que una situación es muy desbordante y que nuestros recursos son insuficientes para hacerle frente. El estrés por lo tanto tiene un aspecto objetivo (hay situaciones que son realmente negativas) y un aspecto subjetivo (nuestra percepción, nuestra visión de la misma y de nuestros recursos).
No podemos negar que hay entornos educativos más conflictivos que otros. Que hay centros que cuidan más de sus docentes, e incluso muchos profesores te dicen cosas como “menos mal que no me ha tocado esa clase”. De esa manera, se pone de manifiesto que el azar a veces juega en nuestro favor o en nuestra contra. Pero hay algunos aspectos en nuestra forma de pensar y comportarnos que sí están bajo nuestro control y que podemos intentar cambiar.
Si estamos viviendo, como docentes, un momento complicado, y el estrés llama a nuestra puerta, la respuesta natural es querer huir de él y por lo tanto de la situación que lo provoca. Pero muchas veces esas decisiones impulsivas nos llevan a cambiar (en este caso de centro) sin habernos parado a analizar la situación con objetividad. Así, adquirimos una serie de herramientas para lidiar con la misma. Una vez que lo hayamos hecho, podremos tomar una decisión de forma más sensata y meditada; que a lo mejor será dejar el centro, o a lo mejor no; pero siempre desde la calma y el análisis previo.
Cuando sentimos que ante una situación no podemos hacer nada, entramos en lo que en Psicología llamamos indefensión aprendida. Esto es un estado en el que sentimos que no tenemos ningún control. Para no entrar en ese bloqueo, será fundamental enfocarnos en lo que sí podemos hacer en una situación estresante como docentes, o bien para cambiar la situación, o bien para gestionarla hasta que consigamos salir de ella.
5 claves para gestionar el estrés de forma efectiva
Veamos cinco claves que nos pueden ayudar en ese proceso para gestionar el estrés en los docentes:
Analiza los disparadores del estrés
Muchas veces analizamos una situación en general, sin tener en cuenta las particularidades. De esta manera, nuestra mente (que tiende más a fijarse en lo negativo) cataloga toda la situación en base a un solo rasgo.
Así, por ejemplo, puede que tengamos problemas con una clase en concreto. Pero nuestros compañeros son amables y nos valoran y el centro nos da muchas oportunidades de evolucionar profesionalmente; o puede que no congeniemos con la dirección del centro, pero nuestros alumnos nos valoran y nos sentimos bien en clase.
Esto evitará pensamientos de “todo o nada” del tipo: “no soporto trabajar aquí”, “es el peor sitio en el que he estado” que más que ayudarnos a buscar alternativas nos bloquean.
Observa qué herramienta está demandando cada situación
Si vas anotando cada día qué situaciones te causan estrés puede que te des cuenta de que todas ellas te están demandando un aprendizaje muy claro: mayor capacidad de organización, mayor asertividad con los padres o compañeros, aprender a fijar límites con los alumnos etc.
Trabaja mucho tus habilidades de comunicación, sobre todo, la asertividad. Muchas situaciones de estrés tienen que ver con la incapacidad para decir “no”, para delegar, para poner un freno a alguien que nos está desbordando. Aprender esas estrategias, solo o con un profesional que te ayude, irá poniendo poco a poco a tu cerebro en modo acción y te ayudará a salir del bloqueo y el desánimo.
Acota el tiempo que inviertes en tu trabajo
Las nuevas tecnologías ayudan mucho a los docentes en su trabajo diario, pero también se han convertido en una fuente de estrés.
El correo permite a los padres enviar mensajes a cualquier hora, los grupos de WhatsApp hacen que cualquier compañero pueda plantear una cuestión incluso un fin de semana.
Tenemos que saber poner límites fuera de nuestro horario laboral. No podemos sentir que el trabajo avasalla e invade todo nuestro tiempo libre. El tiempo que dedicamos a preparar clases, a contestar correos, … deberá estar previamente establecido y sólo deberemos saltárnoslo cuando realmente se trate de una emergencia.
Busca apoyo en tus compañeros
Selecciona aquellos compañeros en quienes confías y habla con ellos cuando te sientas desbordado. Lo que los psicólogos llamamos “ventilación emocional” es básica como paso previo para la gestión de las emociones. Callarnos las cosas sólo hace que sean más difíciles de gestionar.
Si una situación concreta empieza a ser excesivamente conflictiva (bien por su elevada frecuencia, o por su intensidad) coméntala con tus compañeros y con la dirección del centro.
Muchos docentes se inhiben de comentar cuestiones importantes con la jefatura del centro por el miedo a que piensen que no son válidos.
Habrá cuestiones del día a día que tendremos que aprender a solucionar solos, pero cuando se trata de cuestiones importantes, el miedo a qué pensarán de nosotros no nos puede frenar, pues ahí necesitaremos todo el apoyo del centro para tomar las medidas oportunas.
Fomenta actividades que te gusten fuera del entorno laboral
Podemos estar muy agotados después de una semana estresante y la tendencia será a no hacer nada, pero eso es un error porque generará en nosotros la idea de que “sólo vivo para trabajar”. Ten una buena vida social, haz deporte, dedícate a tus aficiones en tu tiempo libre. Eso hará que no todo sea el trabajo.
¡Os dejo por aquí sus redes sociales!
Correo: psicologojorgereyesgarcia@gmail.com
Instagram: Jorge Reyes
Linkedin: Jorge Reyes García
-6 Comentarios-
Totalmente de acuerdo, el hecho de tener vida después de toda una semana dura de trabajo me hace desconectar de esa rutina que por mucho que me guste, es extremadamente intensa, ya sea por la preparación de clases, las reuniones de coordinación, el propio alumnado, la preparación y posterior corrección de exámenes y trabajos, el seguimiento de casos particulares, la preparación de actividades extraescolares y un largo etcétera que todos los docentes conocemos. Muchas gracias por esos tipos.
Gracias a ti Israel. La vida social y las aficiones fuera del tiempo laboral son fundamentales y más teniendo en cuenta todo el trabajazo que los docentes tienen una vez que termina la clase. Un saludo.
Las relaciones sociales y aficiones son el mejor medicamento contra el estrés.
Muy cierto Javier. Son los dos pilares básicos que nos ayudan a elevar el ánimo y enfocarnos en algo distinto. Gracias. Un saludo.
Debemos de querernos un poco más y valorarnos a nosotros mismos. Tenemos que buscar situaciones en la vida que inhiban esas situaciones estresantes que genera esta bonita profesión (deporte, relaciones sanas personales, meditar y salud alimentaria).
Jorge las malas relaciones con los compañeros/as que son tóxicas en muchas ocasiones, no ayudan para nada llevándote a situaciones de ansiedad que influye en tu rendimiento como profesional, de ahí de buscar cada uno de forma personal, aquello que le aporte una salida a una situación difícil por la que esté atravesando. Un saludo a todos.