Dejar de ser maestros para dedicarse a la burocracia
¡Buenas lectores y lectoras! ¡Feliz Año Nuevo a todo el mundo! Espero que estéis pasando unas felices vacaciones para descansar, disfrutar y desconectar. Hoy como primera entrada del 2023, os traigo un tema que puede lugar a mucho debate entre la comunidad educativa: la burocracia en educación.
Hoy en día los maestros y las maestras nos quejamos porque la burocracia impide nuestra labor educativa. Cada día tenemos que dedicar más horas al papeleo, la inmensa mayoría fuera del horario lectivo.
La burocracia en educación
Un trabajo desagradecido que tenemos que hacer por ley, pero nos quita tiempo para preparar las clases diarias, es decir, enseñar a nuestro alumnado. La burocracia se hace interminable (evaluaciones iniciales, programas de refuerzo, protocolo para la orientación educativa…) Todo esto hay que unirlo a la elaboración de las programaciones didácticas, los recursos materiales y este año a la elaboración de las situaciones de aprendizaje.
Cada vez son más los documentos que hay que rellenar y subir a los programas de gestión de la Consejería de Educación de las distintas comunidades autónomas. Todo se hace fuera del horario lectivo escolar, lo que conlleva un desgaste porque se dedican horas de descanso a la burocracia. No hay tiempo material ni en los colegios ni en los institutos para poder atender a esta burocracia que cada vez es superior.
Las quejas de los maestros contra la burocracia
La mayoría de las quejas de los maestros y maestras se centran en las evaluaciones y en toda la documentación que hay que rellenar durante el trimestre y al final de éste. Hemos dejado de ser maestros y maestras para ser evaluadores y evaluadoras de cada alumnado.
Hemos dejado de lado al alumnado y a sus interacciones con ellos, a la escucha activa, a la observación sistemática, a la intervención educativa, a la reflexión, al debate y a la innovación para dedicarnos a la burocracia (el papeleo, las estadísticas, los números y los informes).
También existe la sensación de que lo que no está reflejado en los papeles o en los informes no existe. Si no se registra es como si no hubiera ocurrido. Parece que lo único que importa es que esté reflejado en un documento. Y así, de una reunión de ciclo, lo más importante es que se deje constancia en un acta de lo sucedido más que lo que realmente ha sucedido. Importa más la parte formal que el contenido del escrito.
Frustración e irritación entre el profesorado
Esta carga burocrática genera una sensación de aburrimiento y de irritación en los maestros y las maestras porque han aumentado y les quitan tiempo a las tareas pedagógicas que todos los maestros y maestras tenemos que hacer. Los maestros y las maestras no somos burócratas porque nos sentimos educadores y educadoras.
Cada día los maestros y las maestras recibimos muchas prescripciones sobre lo que hay que hacer y sobre el registro de lo que se ha hecho. A veces los docentes acabamos por pensar que no tenemos que pensar en nada. Ya piensan otras personas por nosotros que desconocen la realidad educativa del día a día.
Me he preguntado muchas veces porque la burocracia va en aumento ya que obedece a normativas cada vez más exigentes. Los maestros y las maestras se han convertido en ejecutores de normativas y en burocráticos.
Creo que hay que hacer algo para detener esta burocracia. Y considero que lo primero es someter lo burocrático al debate de la comunidad educativa con el apoyo de los sindicatos. ¿Es buena? ¿Es mala? Lo segundo es trasladar a la administración educativa la opinión de la comunidad. Y, en la medida de lo posible, discutirla y debatirla con argumentos sólidos. Los maestros y las maestras no nos negamos a realizar estas labores, lo único que deseamos es minimizarlas para no quitar tiempo a lo que realmente es importante: el proceso de enseñanza´-aprendizaje de nuestro alumnado.
Conclusiones
En esta entrada he querido dar a conocer la inmensa carga burocrática que supone un trabajo adicional para los maestros y maestras y resta tiempo para llevar a cabo tareas de carácter pedagógico, resulta necesario que el próximo Pacto de Estado por la Educación reduzca a lo mínimo la cantidad de tareas administrativas que tienen que hacer los docentes y buscar tiempos dentro del horario lectivo para realizarla en los centros educativos. Lo agradecerán en primer lugar nuestro alumnado y sus familias y la educación en general.
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-2 Comentarios-
¡Muy bueno,Juanmi! La burocracia resta a nuestras funciones esenciales. No obstante y al no dejar de ser Administración Pública, todo acto administrativo conlleva burocracia,en mayor o menor medida y más en un país en el que el documento,ya sea papel o digital,es cuasi sacramental.
Totalmente de acuerdo, Juan Miguel, el exceso de burocracia resta nuestra labor esencial, haciendo que parezca más importante, un trámite burocrático, que la verdadera esencia del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que se nos impone dedicar más tiempo a ello; considero que es muy injusto para poder ejercer nuestra vocación. Debería de debatirse más sobre este tema y hacer todo lo posible por “frenarlo”, por el bien de la comunidad educativa en general.